¿Qué es el Coaching Ontológico?

DEFINICIÓN DEL COACHING ONTOLÓGICO

El Coaching Ontológico es una fuerza transformadora a través de la cual las personas y las organizaciones examinan, desarrollan y optimizan sus formas de estar en el mundo. Se presenta como una conversación destinada a crear una nueva cultura, y no como una técnica dentro de la cultura subyacente.

Es una disciplina que ofrece una forma diferente de entender a las personas, cómo se comunican, actúan y logran los objetivos que se proponen para sí mismos, para los negocios y para la sociedad.
Uno de sus postulados característicos es que el lenguaje no sólo describe la realidad, sino que a través de él se crea la realidad.

Durante el Entrenamiento Ontológico, el crecimiento tiene lugar en el reino del Ser, a través de un proceso de aprendizaje transformador que desafía respetuosamente las formas tradicionales de percibir e interpretar, en las que los individuos y grupos interrumpen sus patrones habituales de conducta y comportamiento, para comenzar a operar con mayor creatividad, efectividad e iniciativa; formar habilidades emocionales, de acción, de pensamiento y de comunicación.

El coaching Ontológico es esencialmente un proceso que consiste en liberar creencias y condicionamientos dolorosos que nos limitan. Nos conecta con nuestros recursos y nuestra capacidad de intervenir, para lograr un mayor bienestar y una mayor eficacia en el logro de los resultados que nos importan.

El coaching ontológico desarrolla la actitud y la capacidad de generar nuevas ideas, crear nuevas posibilidades, descubrir nuevos significados, inventar nuevos caminos, buscar nuevas conexiones, ya sea en los individuos o en la sociedad. Se trata «soltar» lo seguro-conocido, para iniciar un «viaje» a la región de lo «aún no explorado», para atrevernos a diseñar un futuro que se adapte a nuestros deseos.

EL COACH ONTOLÓGICO ES UN CREADOR DE PROCESOS DE APRENDIZAJES

El Coach Ontológico cuestiona, con respeto, las formas en que las personas y equipos perciben sus realidades y situaciones para permitirles trasformar estrategias estáticas que,  aunque en el pasado dieron buen resultado en el presente pueden no darlo, por nuevas maneras de crear y proceder que sean más efectivas para lograr los resultados deseados.

Para lograr una mayor eficacia y bienestar, debemos desafiar las viejas formas de pensar, jugar un «nuevo juego», ampliar nuestra capacidad de «ver» y pensar, crear nuevas oportunidades para la acción y obtener resultados que, previos a la intervención de coaching ontológico, podrían haber sido impensables.

A veces es importante imaginar el futuro a largo plazo. Los tiempos modernos nos proporcionan información «empaquetada» y lista para el consumo, por lo que hoy estamos invadidos de pereza intelectual. Ya no cuestionamos las cosas y las aceptamos sin “pensar”. Aceptamos y utilizamos estas ideas sin reflexión, y quedan incrustadas en una complacencia que sin duda es perjudicial para nuestro desarrollo como personas, profesionales, empresas y sociedades.

El aprendizaje y la creatividad son las herramientas fundamentales del coaching ontológico. Aprender para hacer. Ser creativo para poder cumplir una de las tareas humanas más importantes: diseñar tu propia vida. Tenemos la capacidad de crear nuestro propio destino. Podemos aprender a crear y reinventarnos.

RESULTADOS EXTRA-ORDINARIOS

El Coaching Ontológico se orienta al logro de resultados extra-ordinarios, con efectividad y bienestar. Sin embargo, el foco del Coaching es la persona, el ser humano, y no el resultado o el efecto. Lo visible (el efecto) es lo que se percibe y, al mismo tiempo, oculta la importancia de lo invisible (la causa o el contexto). Por ello, desde siempre, las personas, seducidas por el resultado, pierden de vista la infraestructura y el proceso que son pre-condición para obtenerlo.

Para lograr resultados, primero debe comportarse de una manera que produzca esos resultados. Y para comportarse de esta manera, primero debes ser el tipo de persona (grupo u organización) que es capaz de comportarse de esta manera. En resumen, no hay tarea más práctica y eficaz que prepararse para convertirse en alguien que pueda comportarse de la manera necesaria para producir los resultados deseados.

Al centrarse en el ser, las personas se vuelven mucho más flexibles a la hora de modificar lo que hacen (y por tanto lo que reciben). Asimismo, al centrarse en sus valores fundamentales, la organización se vuelve mucho más ágil a la hora de cambiar su estrategia (y por tanto sus resultados). Esta flexibilidad no es sólo una buena idea; en un mundo en constante cambio, ésta es una condición vital para la supervivencia.

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