¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
Es una respuesta psicológica de adaptación frente a una situación que sobrepasa los recursos de los que dispone la persona.
Cuando es muy intenso o duradero, es muy perjudicial tanto para nuestro bienestar físico como psíquico. Pues para nuestro cerebro el estrés es sinónimo de peligro y una amenaza para nuestra supervivencia.
Por ejemplo: cuando estamos estresados (preocupados, tensos, enojados, con miedo, etc), nuestro cerebro arcaico cree que estamos siendo atacados por una fiera, de cuyo tamaño y ferocidad dependerán de la intensidad de nuestro estrés.
En este caso, primeramente, se ponen en marcha ciertos mecanismos fisiológicos de lucha o huida (aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, etc.) para ayudarnos a escapar del peligro, gestionado por nuestro sistema nervioso autónomo (o vegetativo).
Ésta es una respuesta efectiva, cuando el peligro no dura más de 5… 10… o 20 minutos.
El problema surge cuando mantenemos esta percepción de peligro durante días, meses o aún años. Pues el estrés nos debilita nuestro sistema inmune y a nivel psíquico, lo cual nos vuelve cada vez más vulnerables.
Además, nuestro cerebro responde muy eficazmente para que tengamos buenos reflejos de supervivencia (por ejemplo, cuando hace que huyamos) ante peligros reales. Pero también puede intervenir de muchas otras formas e incluye algunas que son muy perjudiciales a largo plazo. Por ejemplo, las adicciones: pueden dañar gravemente nuestra salud y aun así son orquestadas por nuestro cerebro para ayudarnos a gestionar nuestro estrés.
¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE EL ESTRÉS Y LA ENFERMEDAD?
La enfermedad es un programa de adaptación puesto en marcha por nuestra biología para ayudarnos a resolver una dificultad, de la que normalmente no somos conscientes.
Y, si bien este programa es una solución perfecta, también puede convertirse en dañino, pues mantenemos un profundo malentendido entre nuestro consciente y nuestro cerebro arcaico.
Por ejemplo, una persona mantiene un estrés intenso y duradero por problemas económicos, laborales, de pareja, con sus hijos, etc. Entonces su cerebro arcaico estima que un estrés así sólo puede significar un peligro crítico. Y empieza a generar respuestas biológicas para enfrentar ese peligro.
Si esto se mantiene por un tiempo suficiente va a provocar un síntoma físico o enfermedad pues nuestro cuerpo no está preparado para sostener esta sobre exigencia por mucho tiempo. Son cientos de miles de años de adaptación biológica, contra unos pocos cientos de adaptación cultural.