El corazón tiene la tarea de enviar la sangre rica en oxígeno a través de todo el cuerpo y la sangre pobre en oxígeno a los pulmones para su limpieza. La interpretación biológica considera que el corazón es la «casa«, el hogar, tanto real como simbólico, y el lugar de encuentro de la familia. La familia (sangre) se irradia desde el corazón y luego regresa a él. Es el centro de las creencias de la familia.
En otras corrientes también se adopta el concepto de «amor«, pero con un significado diferente al de «enamorarse«, es decir, el amor conectado estrechamente con el «hogar«. La sangre distribuye nutrientes y oxígeno al cuerpo y elimina los desechos para purificarlos en los pulmones.
La sangre es un símbolo de alegría y, por lo tanto, el corazón es el órgano que distribuye la felicidad por todo el cuerpo. Si negamos el amor y la alegría, el corazón se encoge y se enfría, la circulación se ralentiza y nos dirigimos hacia la anemia, la angina de pecho y los infartos. Sin embargo, el corazón no nos «ataca«. Nosotros somos los que con frecuencia nos enredamos en los dramas que creamos.
CONFLICTOS A BIODESCODIFICAR
Desvalorización por no poder defender mi territorio (real o simbólico).
Personas que se vuelven más rígidas en sus relaciones, especialmente en aquellas relacionadas con la familia y el hogar.
Conflicto con el amor que nos nutre o su flujo.
El corazón simboliza el lugar donde vive y los afectos que le rodean.
RE-SENTIMIENTO
«Me siento molesto porque mi ex esposa se queda con la casa.» «Desearía regresar al hogar de mi madre». «La puerta queda abierta para que mi madre pueda regresar».
Un corazón grande muestra la necesidad de expandir la casa. «Requerimos una residencia más grande para recibir al bebé (como ejemplo).»
AURÍCULA DERECHA: Recepción de la sangre “sucia”. Conflicto con la recepción de malas jugadas, secretos y la madre.
AURÍCULA IZQUIERDA: Recepción de sangre purificada. “Papá quiere echarme de casa, mamá me protege”.
VENTRÍCULO DERECHO: Necesidad de echar de casa las cosas sucias. No querer algo por considerarlo sucio (un bebé, por ejemplo).
VENTRÍCULO IZQUIERDO: Expulsión de los hijos del clan.