Si mantienes almacenadas creencias nutritivas o positivas, las células responderán hacia ellas con armonía, fluidez y se alimentarán de todo el ambiente químico nutritivo que estas creencias desencadenan en el cuerpo. Por el contrario, si mantienes creencias tóxicas las células reaccionarán alejándose de estos estímulos negativos, para protegerse de los agentes nocivos, incluso se modificarán para adaptarse al ambiente. El ser humano está conformado por 50 billones de células aproximadamente y cada una de ellas se afecta por nuestro estado emocional, pues forman parte de un todo, así como nosotros también.
Muchas veces nos encontramos con que los comportamientos, las reacciones, las interpretaciones y las creencias adquiridas de otras personas (padres, amigos, maestros), de la sociedad, la cultura etc. no están de acuerdo con las metas de la mente consciente. El mayor obstáculo para tener éxito en aquello que soñamos son las limitaciones programadas en el inconsciente. Estas limitaciones no sólo influyen en nuestros comportamientos, sino también sabemos que juegan un papel fundamental en nuestra salud y fisiología; puesto que nuestros patrones fisiológicos y de comportamiento se ajustan a las “realidades” o a las “verdades” de esa voz interior, de las creencias.
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