Biodescodificación del Estrés

Estres

El estrés es una serie de respuestas biológicas y psicológicas, creadas por el sistema nervioso simpático, en presencia de una amenaza o peligro. Su propósito es mantenernos en un estado de alerta constante y listos para responder.

Puede ser confundido con una enfermedad, sin embargo, es simplemente una respuesta de protección que en algunas ocasiones es adecuada y en otras no lo es. En el caso de que ocurra de manera inadecuada, puede representar un peligro considerable para la salud.

SIGNIFICADO BIOLÓGICO:

El estrés es una señal que nuestro organismo nos envía para indicarnos que algo no está funcionando como debería, y por lo tanto, debemos tomar medidas. El sistema simpático se ha activado en reacción a un conflicto que necesitamos enfrentar, pero nos cuesta relacionarlo pues es algo simbólico e inconsciente.

La falta de respuesta hace que toda esa energía siga acumulándose dentro de nosotros y crezca como una alarma cuya intensidad aumenta si nadie responde a su llamado. Es necesario responder lo más pronto posible.

CONFLICTOS A BIODESCODIFICAR

Conflicto de lucha/huida.

El objetivo es detener la respuesta del sistema simpático eliminando los conclictos de la mente consciente.

El estrés puede ser de origen psicológico, como la presión del entorno, físico, como la alta demanda en el trabajo, el deporte, el calor o el frío, entre otros. También puede ser químico o bioquímico, como la toma de medicamentos, la quimioterapia o los cambios hormonales.

El estrés en sí no es tan importante como mi respuesta a él. El impacto puede ser tanto positivo, estimulante y creativo como amenazador para mi cuerpo. Dependiendo de cómo reaccione ante las situaciones, eventos, emociones y desafíos, el estrés puede tener un impacto positivo o negativo en mí.

Es crucial notar que incluso un evento feliz puede provocar en mí un alto nivel de estrés (como por ejemplo, una boda).

Debo examinar mi interior y cuestionar mis respuestas, mis razones y mis comportamientos en lugar de culpar a las circunstancias fuera de mí. Aprender a estar tranquilo y a valorar los aspectos positivos del estrés.


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