La tos está estrechamente relacionada con las emociones no expresadas, es decir, una persona que tose con frecuencia tiende a comprender lo que sucede en el entorno y a su alrededor, pero no expresa lo que sintió, simplemente entendió.
Al guardarte permanentemente una situación, una experiencia dolorosa para ti, no expreses lo que sientes en el momento, no te comunicas, y sueles crear este tipo de síntomas.
Pensamientos como: «¡No diré nada para no lastimar a los demás!» es un pensamiento muy común en personas que tosen con frecuencia.
La tos es la forma que tiene el cuerpo de liberar todo lo que hemos almacenado durante meses o años. La tos también puede estar relacionada con la relación que hemos tenido con nuestros padres, y con lo que nos negamos a expresar cuando estamos con ellos.
TOS SECA
Cuando tengo tos seca, siempre son situaciones externas las que me molestan: un intruso, un invitado inesperado, una orden, algo que no soporto, algo que huelo y que no puedo soportar, estar en un lugar que no soporto o estar con gente que no puedo soportar.
TOS CON FLEMA
Cuando la tos tiene mocos, es decir humedad, siempre está relacionada con circunstancias externas que además de incomodarme también me entristecen, alguien me critica, alguien me lastima, alguien me ofende , algo que no sé cómo afrontar, etc.
La tos significa simbólicamente: «Le ladro al mundo entero«. Un perro ladra cuando quiere ser escuchado, cuando quiere ser cuidado y apreciado.
La tos es mi forma de decirle al mundo: «Oye, merezco respeto y atención, estoy aquí y soy capaz de pensar y decidir por mí mismo«.
Cada vez que tosa, deténgase por un segundo y observe lo que estaba pensando antes de toser. Presta atención a cuántas veces al día te criticas o no te aceptas tal como eres. Reconoce quién, o qué situación, te hace sentir criticado. Sea consciente de su propio malestar emocional y sea tan tolerante consigo mismo como le gustaría que lo fueran los demás.
RESFRIADO
Para entender el origen emocional de un resfriado, tendremos que analizar cada uno de sus síntomas:
Congestión nasal: “Aquí huele mal” o “Quiero separarme de esta situación . »
Irritación de la nariz: “Ya está bien de tocarme las narices”.
Estornudos y secreción nasal: “Hay una amenaza en el aire” o “No me gusta cómo van las cosas”.
Garganta: “No puedo tragarme esto. »
Tos, dolor de cuello: “Será mejor que me quede callado” o “Debería haberme quedado callado”.
Enfriamiento: “Siento como si alguien me hubiera echado un balde de agua fría encima” o “Me siento solo, nadie me apoya”.
Dolor de oído: «Lo que estás diciendo me duele y no quiero oírlo«.
Ojos irritados: «No me gusta lo que veo«.
Fiebre: “No me hicieron caso. »
GRIPE, GRIPE Y BRONQUIOLITIS:
La gripe a menudo se asocia con ira, irritabilidad, porque son eventos que nos hacen sentir molestos con respecto a alguien o a algo que dijo o hizo ese alguien.
¿Cuáles son las emociones biológicas subyacentes?
– Reacciono mal a las opiniones o críticas de otras personas.
– Miedo a una reacción violenta.
– Miedo a defender el propio punto de vista o punto de vista.
-Incapacidad para responder asertivamente.
Cuando hay discusiones o peleas prolongadas, el resfriado se convertirá en bronquitis.
La diferencia entre gripe y bronquitis radica en la intensidad y duración del shock biológico, siendo la gripe la que tiene el menor impacto emocional.
LOS TEMAS MÁS COMUNES SON:
– Invasión territorial. Alguien invade lo que consideramos nuestro territorio, ya sea nuestro hogar, lugar de trabajo, etc., sentimos que nos están invadiendo más allá de lo aceptable y que eso nos vulnera.
– Peleas en el territorio. Muchas veces son situaciones que nos sorprenden y no reaccionamos a tiempo, interiorizando esa emoción que no podemos o no queremos dejar ir. Son peleas de las que no hablamos abiertamente y nos los guardamos para nosotros mismos.
– Quedarse frío. La gente suele asociar la gripe y la bronquitis con situaciones que nos hacen sentir mucho frío. De hecho, tendremos que buscar situaciones que nos dejan fríos. Es importante ver las frases como “Me quedé congelado” y “Él me congeló” y “Me dejó helado. Esto nos indica que la persona está recibiendo un impacto que la deja congelada e incapaz de reaccionar en ese momento.
– Tiempo personal. Todos necesitamos tiempo para nosotros mismos. A veces, por diversas razones, encontramos comprometida esta necesidad, y si no lo hacemos, sentimos que estamos perdiendo algo importante para nosotros. Esta pérdida puede ser resentida como polvo e impurezas simbólicas que flotan en ese espacio vital que respiramos.
Lo primero que debe hacer es determinar la situación del conflicto, teniendo en cuenta las cuestiones mencionadas anteriormente. Entonces debemos ser conscientes de la relación entre síntomas y el estado anímico conflictivo.