Conflictos bioemocionales de territorio

Los conflictos biológicos de territorio se relacionan con conflictos de amenaza, ataque, marcaje o pérdida de territorio metafórico.

POR EJEMPLO, una persona vive el robo de su vivienda. Para que esto sea un conflicto que genera un bioshock (Shock biológico-emocional que impacta en el inconsciente) en la persona, ésta debió estar identificada en primero lugar con su vivienda como algo que le representa un bienestar que le garantiza la vida: su vivienda es igual a su espacio (territorio) de seguridad, protección, cobija, reunión familiar, etc.

Así que el robo le hace percibir a esta persona que pierde su territorio y todo lo que significa para ella como necesario para sobrevivir, por lo tanto, se genera un vacío y después de este vacío aparecerá la solución biológica de sobrevivencia: abrir las arterias coronarias para hacer llegar más sangre al corazón (simbólicamente la casa) y así poder recuperar el territorio.

DE ACUERDO CON EL DESARROLLO EVOLUTIVO DEL ORGANISMO HUMANO, LOS CONFLICTOS BIOLÓGICOS DE TERRITORIO SE RELACIONAN CON:

– Miedo o pánico dentro del territorio (faringe y bronquios).

– Pérdida de territorio (vasos coronarios).

– Ira o rabia en el territorio (estómago, conductos biliares y pancreáticos).

– Incapacidad para marcar el territorio (pelvis renal, vejiga, uréter y uretra).

– Conflictos de separación (piel y conductos galactóforos mamarios).

– Conflictos de audición (oído interno).

El “territorio” no se refiere solamente a un lugar físico. Puede ser también territorio amoroso, territorio sexual, territorio intelectual, los hijos, la pareja, el puesto de trabajo, etc.

EJEMPLOS:

Al nacer un hermano menor, un niño, aunque ya había dejado el pañal, empezó a hacerse pipí otra vez. Inconsciente sabemos que esto es un marcaje de territorio con mamá; es como si dijera “mamá es mía, no me la quietes”.

Cuando hay demasiada gente en casa (por ejemplo, porque viene la suegra a instalarse) puede vivirse como una invasión al territorio y generar una hipertensión arterial.

Un niño que ve a sus padres peleando continuamente, el padre grita y la madre se calla, puede vivirlo como miedo en el territorio y generar un asma.

Un adolescente que no le permiten cerrar la puerta del dormitorio, un gerente que es despedido de su oficina, la mujer que vive con un hombre abusador, un divorcio, un hijo que se va a estudiar a otro país, son distintos ejemplos que pueden vivirse como un conflicto de territorio.

ES IMPORTANTE DESTACAR que no es el hecho lo que genera el conflicto sino la interpretación y reacción emocional de la persona que está viviendo esa circunstancia.

TAMBIÉN CABE DESTACAR que el conflicto no siempre es consciente, sino que la mayoría de las veces se mantiene en nuestro inconsciente.

Una vez producido el conflicto es necesario recurrir a un profesional para poder concientizarlo y sanarlo, y así evitar consecuencias físicas en nuestra salud.

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Un síntoma o enfermedad indica que se ha vivido un impacto conflictivo al que el inconsciente responde con un programa de adaptación.

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