Podemos cambiar nuestro comportamiento programado

comportamiento programado

El comportamiento programado es aquel que se realiza de forma automática, sin reflexionar ni cuestionar, y que está determinado por las creencias, hábitos y condicionamientos que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida. Según Bruce Lipton, autor del libro La biología de la creencia, el 95% de nuestro comportamiento es programado y se origina en el subconsciente, la parte de la mente que almacena y ejecuta los programas mentales. El subconsciente actúa como un piloto automático que nos guía en la mayoría de las situaciones, sin que seamos conscientes de ello.

Sin embargo, el comportamiento programado no siempre es beneficioso para nosotros, ya que puede limitar nuestro potencial, nuestra creatividad y nuestra felicidad. Muchas veces, los programas mentales que tenemos son negativos, falsos o desactualizados, y nos impiden alcanzar nuestros objetivos o expresar nuestra verdadera esencia. Por ejemplo, podemos tener programas de miedo, de culpa, de inseguridad, de escasez, de enfermedad, etc., que nos generan estrés, ansiedad, frustración y sufrimiento.

¿Qué podemos hacer entonces para cambiar nuestro comportamiento programado y liberarnos de las cadenas del subconsciente?

Según Bruce Lipton, la clave está en la mente consciente, la parte de la mente que tiene la capacidad de razonar, de analizar, de elegir y de crear. La mente consciente representa solo el 5% de nuestro comportamiento, pero tiene el poder de intervenir, detener y modificar el comportamiento programado del subconsciente. La mente consciente puede hacerlo mediante dos mecanismos: la observación y la repetición.

La observación consiste en prestar atención a nuestros pensamientos, emociones y acciones, y detectar aquellos que son producto de un programa mental indeseado. Al observar, podemos tomar distancia y desidentificarnos de ese programa, y así evitar que se siga reproduciendo. La repetición consiste en practicar conscientemente un nuevo comportamiento, que sea coherente con nuestros valores, deseos y propósitos. Al repetir, podemos crear un nuevo hábito, que se instale en el subconsciente y sustituya al antiguo programa.

De esta forma, la mente consciente puede obviar la programación del subconsciente y crear una nueva respuesta, más adaptativa, positiva y satisfactoria. Esta capacidad de la mente consciente es lo que Bruce Lipton llama la base del libre albedrío, es decir, la posibilidad de elegir y actuar de acuerdo con nuestra voluntad, y no con la de los programas mentales. El libre albedrío nos permite ser los creadores de nuestra propia realidad, y no las víctimas de las circunstancias. El libre albedrío nos permite ser libres.

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