Los síntomas o enfermedades indican que se han experimentado los efectos de un conflicto, a lo que el inconsciente responde con programas adaptativos.
Para comprender el significado de los síntomas, hay que tener en cuenta que las células responden a la información que reciben del entorno, que no perciben directamente, sino a través del sistema nervioso, y se necesita un sistema especializado para transmitir estas señales. Esta información se basa en la interpretación de cómo se vive la experiencia, a partir de las emociones. Y la forma en que interpretamos “lo que nos sucede” se basa en nuestros sistemas de creencias.
Por lo tanto, al cambiar mis creencias, dejo de ser una víctima y me convierto en un cocreador de mi propio destino. Recuerda que tus pensamientos, energía emocional y mente influyen directamente en el control que tu cerebro físico ejerce sobre la fisiología de tu cuerpo.
La energía de las emociones y los pensamientos puede inhibir o activar la producción de proteínas en las células, así como alterar los receptores celulares encargados de recibir señales químicas del medio ambiente. Por eso, es importante identificar los pensamientos que deseas cultivar. En otras palabras, ¿cuál es el primer pensamiento que tienes sobre cada situación de tu vida?
La investigación del Dr. Hammer explica que cuando ocurre un impacto emocional inesperado, el cerebro activa un programa de emergencia biológica que responde al conflicto, el cual se activa simultáneamente a nivel psicológico, cerebral y orgánico. Esto se puede confirmar mediante escaneo cerebral.
A lo largo de la evolución, se han programado regiones del cerebro para responder a conflictos que pueden amenazar la supervivencia de un grupo o especie. Recuerda que la biología no juzga, su principal tarea es velar por la supervivencia individual y supervivencia de la especie.
Este vínculo entre la mente, el cerebro y los órganos ha quedado ilustrado durante el desarrollo embrionario y evolutivo humano, y demuestra que la localización cerebral, la aparición de un tumor o la pérdida de tejido en un órgano forman parte de un sistema biológico inherente a toda especie.