Un TIC es un movimiento anormal, repentino, involuntario e intermitente, producido por la contracción de uno o más músculos, reproduciendo un gesto imperfecto. Estos tics ocurren con más frecuencia en los músculos faciales que en otros músculos del cuerpo.
Las personas con tics han estado controlándose durante tantos años que ahora han llegado al límite. Sus tics demuestran que está perdiendo el control. La persona quería expresar sus preocupaciones, tristezas, miedos, ansiedades y limitaciones, pero no se lo permitió.
Sobre todo, tiene miedo de lo que los demás piensen de ella. Por eso la cara se contrae. Es lo primero que vemos en las personas. Si se presenta en otros músculos, observa qué utilidad tiene la parte del cuerpo afectada para saber en qué área se da el control.
CONFLICTOS A BIODESCODIFICAR
Conflicto de contrariedad en el movimiento
Por ejemplo: Un padre no deja que su hijo vea la televisión durante las comidas, sino que lo coloca de espaldas a la pantalla. El niño quería mirarla, pero no se atrevía a ver por miedo.
Me sentí incómodo frente a algunos movimientos que me impedían hacer cuando era niño (como, por ejemplo, si me prohibieran moverme en la iglesia) y ahora mi cuerpo se mueve, a mi pesar, como una reacción, rebelándose contra lo que me prohibieron hacer.
Tu cuerpo te está diciendo que controlarte pudo haberte servido durante un tiempo, pero ahora no es así. No es necesario que des una buena imagen, como aprendiste cuando eras niño. Debes permitirte expresar tus sentimientos, miedos, deseos y aspiraciones frente a los demás, sabiendo que pueden no estar de acuerdo contigo o juzgarte. Dales ese derecho incluso antes de expresarte.