PSICOSOMÁTICA Y EPIGENÉTICA.
La importancia de entender -a través de la Psicosomática- cómo
nuestra mente puede enfermar nuestro cuerpo y qué herramientas
puede aprender a usar para sanarlo.
Por qué la Genética y la Epigenética se han convertido en ciencias
de vanguardia, no solo en el ámbito profesional y de la biología,
sino por el enorme alcance social de sus descubrimientos y
planteamientos. No pocos se asombrarán de cuánto se puede influir
en unos cambios que mejoran la calidad de vida y propician la
creación de nuestro propio destino.
¿Qué es la Psicosomática?
Psicosomática es un enfoque de la ciencia que incluye en la clínica médica la influencia de las alteraciones emocionales inconscientes en el estado de enfermedad de una persona. Así, "psique" se refiere a la mente y "somático" se refiere a los signos y síntomas físicos que se observan en la enfermedad.
La Psicosomática comienza a ser desarrollada a principios del siglo pasado. Uno de sus principales exponentes es el Dr. Salomón Sellam, médico francés, creador de la Psicosomática Clínica y Humanista, en la cual incluye varias disciplinas que van desde la Psicosomática Clásica, la Biodescodificación , Psicogenealogía hasta la medicina china.
Según esta visión holística del estado de salud, se entiende como enfermedad psicosomática aquella que tiene su origen en la relación mente y cuerpo. Es muy habitual, y puede afectar y mostrar síntomas en órganos o tejidos en particular o atacar globalmente a distintos aparatos del cuerpo humano.
Enfermedades psicosomáticas más habituales: eccema, úlceras de estómago, fibromialgia, hipertensión y otras dolencias cardíacas, cefalea tensional, asma, colon irritable, psoriasis, fatiga crónica, adicciones, trastornos del sueño, impotencia y otras disfunciones sexuales, algunos tipos de cáncer, etc.
Por ejemplo el estrés es una alteración emocional que por distintos mecanismos fisiológicos difíciles de explicar en unos pocos párrafos, causa enfermedades y/o interfiere fuertemente en su evolución y/o en algunos casos puede agravarlas.
Por eso, los profesionales médicos afirman que el estrés cotidiano es sumamente dañino, no sólo por el malestar psíquico que causa, sino también por los síntomas físicos que puede originar. Si bien esta recomendación de precaución es válida para todos nosotros, adquiere mayor relevancia si la persona ya está enferma o tiene un sistema inmunológico débil.
Según María Luisa Valiente Millán (2017), de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria: “Cuando una persona posee estrategias y habilidades suficientes para hacer frente a esas situaciones generadoras de cargas emocionales, es poco probable que causen algún daño; sin embargo, en ausencia de esas destrezas, un individuo puede verse desbordado por una situación que, probablemente, sólo es insuperable desde su propia percepción”.
En todo ser humano coexisten emociones negativas y emociones positivas.
¡Muy importante!
Si presientes que unas emociones negativas están influyendo en tu
salud, déjate asesorar. El primer paso para salir de ello es
aprender cómo superarlo.
Por su parte, las emociones positivas son la clave para tu bienestar psicofísico, son unas poderosas herramientas que puedes aprender a estimular en tu mente, y con eso conseguir mayor calidad de vida para ti y para otros que puedan necesitar de tu ayuda.
¿Qué es la epigenética?
Epigenética es la ciencia que se encarga de estudiar el mecanismo por el cual el medio ambiente influye sobre los genes, o sea, se encarga de investigar los cambios en la expresión de los genes del ADN, sin que existan alteraciones en la secuencia del mismo.
El biólogo celular estadounidense Bruce Harold Lipton, explica que “epi” es un prefijo griego que significa “por encima”; y epigenética significa literalmente, “el control sobre la genética”.
Pero...
¿Qué es la genética?
Genética es la rama de la biología que se encarga del estudio de aquello transmitido en sucesivas generaciones a través de los genes.
Es importante destacar que tanto el mismo avance de la ciencia como su mayor divulgación han dejado de lado unas viejas creencias sobre la genética que hacían referencia a que todos somos “víctimas” de nuestra herencia pues “venimos predeterminados”, que nuestros genes dan forma a nuestros hábitos y personalidades y que al no poder influir tampoco tenemos control sobre nuestra capacidad para cambiar.
Estas creencias ya han cambiado definitivamente.
Hoy sabemos que si bien la genética ciertamente juega un papel importante en la determinación de nuestro tamaño corporal, la forma del cuerpo, el color de nuestros ojos, cabello y otros factores físicos, no lo hace con la totalidad de nuestro ser y nuestra forma de ser.
ADN, genes, cambios epigenéticos.
Para avanzar en el entendimiento del margen de influencia que cada uno de nosotros podemos tener sobre nuestra propia genética, recordamos aquí como el National Human Genome Research Institute (NHI) define a la epigenética: “Estudio de los cambios en la función de los genes que son hereditarios y que no se pueden atribuir a alteraciones de la secuencia de ADN.”
La Genética estudia los genes, sus caracteres hereditarios y sus mutaciones, al tiempo que busca explicar la forma en que la información genética es transmitida de una generación a la siguiente, y cómo la misma se expresa en el organismo, a diferencia de la Epigenética se dedica a estudiar las interacciones entre los genes y el entorno.
¿Cuál es la diferencia entre genona y epigenoma?
El genoma es el material genético contenido en el ADN y es hereditario e inmutable, a diferencia del epigenoma que es influenciable por unos aspectos del ambiente o entorno; en otras palabras, es sensible a todo lo que le sucede al sujeto.
¿Qué son los cambios epigenéticos?
Los cambios epigenéticos también llamados mecanismos epigenéticos son alteraciones moleculares del ADN o de las proteínas que dependen del contexto donde se vive, de las experiencias vividas, y que alteran el comportamiento de los genes sin cambiar la información que contienen.
Nuestro ADN, como portador de información genética (genotipo) no
posee una estructura inamovible tal como se pensaba anteriormente.
Existen factores o eventos que se presentan en nuestras vidas, que
si bien no pueden alterar los genes con los que se nació (aquellos
que determinan tamaño corporal, la forma del cuerpo, el color de
nuestros ojos, cabello y otros factores físicos), sí pueden
influenciar sobre otros genes relacionados con enfermedades o
padecimientos.
Estos “factores de la vida” incluyen: tipo de dieta, ejercicio,
contaminación ambiental, sustancias químicas, experiencias de
vida, creencias, percepciones, estrés, pensamientos, emociones e
incluso experiencias de la infancia.
Los científicos epigenéticos investigan qué hace que los genes se
expresen, qué los activa y qué los silencia. Los resultados de sus
investigaciones y estudios permiten conocer también cómo podemos
influir en su actividad y reducir drásticamente nuestras
posibilidades de contraer una enfermedad que antes se consideraba
genética.
Nuestros hábitos de vida, saludables y no saludables, nuestra
actitud frente a la adversidad y nuestra disposición a trabajar
frente a emociones perturbadoras ¡Sí importan!
Aunque recibamos cierta información genética que nos
transmiten nuestros antepasados, no estamos predeterminados.
¡Si entendiste bien! El estado anímico y emocional, las
creencias y pensamientos, los vínculos y vivencias influyen en
la genética, y en consecuencia existe una reversibilidad
potencial que permite recuperar la salud.
Esto te coloca como el protagonista de tu salud.
Epigenética y experiencias de la infancia.
Hay un área que parece estar fuera de nuestro control: eventos y experiencias en nuestro pasado -especialmente los de la infancia-, que hoy se sabe pueden desempeñar un papel importante en nuestra actividad genética.
Si nuestras experiencias de la infancia fueron dolorosas, es posible que estemos más estresados y ansiosos en la vida adulta.
Científicos del Instituto de Psiquiatría Max Planck, en Munich, Alemania, descubrieron que el estrés produce hormonas que "cambian" los genes y esto -según afirman en la investigación publicada en Nature Neuroscience- puede causar trastornos cognitivos y de comportamiento más tarde en la vida. Sin embargo, hay muchas cosas que podemos hacer para combatir el estrés y la ansiedad.
¡Recuerda! No todo nos viene dado, no estamos predestinados, tenemos mucho margen aún para ser constructores de nuestro propio destino.
¿Por qué insistimos en la importancia de aprender sobre Epigenética? Sencillamente porque podemos enseñarte a tener más control sobre tu salud y tu vida de lo que pensabas anteriormente.
Nuestro Diplomado en Coaching Neurobiógico fue especialmente diseñado desde un enfoque holístico del estado de salud y no salud de las personas, e integrando principios de Biodescodificación, Coaching Ontológico, PNL, Transgeneracional, Psicosomática y Epigenética. Y los resultados son nuestro orgullo!
Eres tú quien está en el asiento del
conductor ¡no tus genes!
Eres el responsable de una parte muy importante de tu bienestar
psicofísico.