De la subestimación a la autovaloración. Un camino hacia la autoestima. 1
Sentir que «no soy suficiente» es una parte significativa del sufrimiento emocional, y en ocasiones esto puede intensificarse hasta convertirse en un fuerte desprecio hacia uno mismo. Esto demuestra que la falta de aceptación personal es una de las formas de sufrimiento más comunes en la sociedad contemporánea.
Pasamos largos periodos de nuestras vidas sintiéndonos crónicamente inadecuados. Raramente somos conscientes de esto, nos evaluamos a nosotros mismos todo el tiempo. Realizamos esta acción tan a menudo que notamos una diferencia entre la persona que deberíamos ser y nuestra experiencia en la vida real, momento a momento. Esta diferencia nos da la sensación de ser inferiores. Es posible que vivamos tan desconectados de nosotros mismos que al final, experimentemos dolor por no haber expresado nuestra vitalidad, creatividad y amor.
Gran parte del tiempo no somos conscientes de lo extendida que está esta sensación de «algo está mal en mí«. Una toxina que, al no detectada, tiene la capacidad de influir en todos los aspectos de nuestra vida. En el ámbito de las relaciones, es factible agotarnos en el esfuerzo por ser percibidos de cierta manera por los demás: Inteligentes, atractivos, llenos de espiritualidad, con poder, dependiendo de cuál sea nuestro ideal. Deseamos obtener aprobación y amor. No obstante, resulta complicado crear cercanía cuando en lo más íntimo nos percibimos como imperfectos o insuficientes.
Es complicado ser espontáneo, creativo o tomar riesgos e incluso relajarse si uno tiene pensamientos de no ser adecuado. El sentido de vulnerabilidad o de amenaza es propio del ser humano, en términos biológicos es un mecanismo para sobrevivir. El dilema radica en que nuestra falta de confianza convierte la situación en algo íntimo y así cambiamos de «algo está mal» a «yo soy la que está mal«.
Durante la niñez, la mayoría de nosotros recibimos mensajes que refuerzan ese sentimiento de carencia. Se nos instruyó sobre cómo actuar y qué características de apariencia, personalidad y logros nos llevarían al éxito, a la aprobación y al amor de nuestros padres. Pocas veces una persona crece sintiéndose realmente merecedora de amor y valiosa tal como es.
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Muchas veces la subestimación se origina en la culpa que arrastramos desde niños por no haber sido como a papá y a mamá les hubiera gustado que fuéramos. Un niño tiene la tendencia a ocultar esas partes de él que no son aceptadas o son criticadas por los padres. Una mirada o un comentario negativo es suficiente para que el niño se fragmente en pedazos. Pedazos que puede manifestar y pedazos que debe ocultar. https://coachingneurobiologico.com/sanarlasheridas/subestimacion/