Pensamientos que se apoderan de la mente

Pensamientos

Estos pensamientos «que ocupan mi mente» están estrechamente vinculados con los engramas, los juicios personales automáticos, la herencia transgeneracional, el proyecto sentido (la vida intrauterina), los programas inconscientes, la resonancia, y más. Abordamos todos estos temas a lo largo del Diplomado en Coaching Neuro Biológico.
Ahora, vamos a realizar un primer enfoque sobre el tema en este mensaje.

Los pensamientos que nos atrapan surgen de manera automática cuando nos enfrentamos a un problema o situación complicada, ya sea para explicarlo, justificarlo o simplemente juzgarlo.

EJEMPLOS:

– En este momento, no puedo creer que esto me esté pasando.
– ¿Cuál es la razón para que me suceda esto a mí?
– No voy a poder hacer lo que quiero.
– Siempre experimento la misma situación.
– Cada vez que deseo realizar algo, todo se vuelve complicado.

Una persona se topa con un amigo en la calle, le dice hola, y el amigo no le contesta. Responde de inmediato, sintiéndose tenso, con ganas de enfrentarlo, enojado, conteniéndose y preguntándose «¿Por qué este idiota no me saludó?».

Después de ser referida por su médico de atención primaria a un psicólogo, otra persona está esperando para ser atendida cuando de repente piensa «No hay nadie ni nada que pueda ayudarme» y empieza a sentir desesperación con ganas de irse de ese lugar.

Un estudiante recoge las calificaciones de uno de sus exámenes, obtiene un cuatro, y su primera reacción es pensar «Me considero un fracaso total«.

Por último, una persona regresa a casa después de un agotador día de trabajo. Se sienta para descansar y de repente siente un pinchazo en el pecho. Un pensamiento pasa rápidamente por su mente, «¿Podría ser un infarto?». Se asusta y su cuerpo comienza a reaccionar con taquicardia. Llama nervioso a su esposa y le pide que vayan a urgencias.

MENTE Y PENSAMIENTO:

La mente humana, en su anhelo de adquirir conocimiento, comprensión y dominio, mezcla sus creencias y perspectivas con la realidad. Se expresa de esta manera: «así es como suceden las cosas«. Debes ser algo más que el pensamiento para comprender que tu forma de interpretar «tu vida», o cualquier situación o comportamiento de otra persona, cualquier forma en que juzgues una situación, es simplemente un punto de vista, una de las múltiples perspectivas posibles. Es simplemente una sucesión de ideas.

Es crucial dejar de identificarte con el pensamiento, y adoptar el papel de testigo imparcial de los pensamientos, ser el observador de los pensamientos. Dejar de identificarnos, soltarnos, de los pensamientos que nos «atacan». Podríamos expresarlo de la siguiente manera: «Existen pensamientos, pero no hay un pensador que los piense«.

Al desidentificarnos de los pensamientos, también les quitamos propiedad: ya no son “mis pensamientos” sino son solamente pensamientos. Ya no siento la necesidad de retener esos pensamientos, simplemente los veo tal como son, efímeros y cambiantes. Así que puedo verificar que no soy mis pensamientos, ¡soy mucho más!

OBSERVACIÓN, INDAGACIÓN, REFLEXIÓN:

Tomar conciencia del pensamiento es el primer paso, dado que en ocasiones estos pensamientos son inconscientes, reactivos o suceden tan rápidamente que pasan desapercibidos. No es posible deshacernos de lo que no somos conscientes. Al adquirir conciencia, podemos presenciar estos pensamientos como un observador imparcial de ellos.

¿De dónde proviene ese pensamiento? ¿Es un pensamiento racional? ¿Me será útil? ¿Contribuirá a mi bienestar y a mis metas? ¿En qué se fundamenta? Y así sucesivamente.
Esta investigación solo es factible si se tiene desapego con el pensamiento. Si consideramos que nuestro pensamiento es verdadero, si nos mantenemos firmes en la certeza, el dogma, la ideología, entonces no se puede cuestionar.

Mediante la observación inocente y el cuestionamiento, podemos iniciar el proceso de reflexión. En la vida diaria, empleamos el proceso de reflexión para llegar a conclusiones que nos ayuden a tomar decisiones acertadas. En Coaching NeuroBiologico, en cambio, empleamos la reflexión para desarmar conclusiones, creencias, juicios, pensamientos que nos mantienen cautivos. Estar atrapado en el pensamiento compulsivo significa estar bajo su control.

Cuando nos encontramos atrapados en nuestros ciclos de pensamientos compulsivos, podemos detenernos, podemos seleccionar algo que funcione como nuestro «botón de pausa» para interrumpir esos pensamientos compulsivos y adictivos y luego podemos comenzar a separarnos del papel que creemos que desempeñamos (el pensador), para convertirnos en el observador imparcial de los pensamientos. Ya no permito que los mismos me secuestren, en cambio, los utilizo a mi favor de manera constructiva y productiva, descartando aquellos que no se alinean con la vida que elijo vivir.

Existen diferentes tipos de botones de pausa y cada persona puede elegir el que más le convenga. El propósito de tener un botón de pausa es lograr detenerse de inmediato para evitar ser arrastrado por los pensamientos y las emociones que los acompañan. No es con el fin de eludirlos, sino para liberarnos de esa constante repetitiva y después actuar de manera más eficaz.

A continuación, se presentan algunos ejemplos de botones de pausa: tomar respiraciones profundas, alejarse del entorno y dar un paseo, escuchar música relajante, etc.
Las creencias, convicciones, doctrinas, etc, funcionan como jaulas mentales (individuales o compartidas). Y es extraño que las personas amen la celda de su cárcel. Es así porque les proporciona una sensación de seguridad, una falsa sensación de «yo entiendo» o «yo soy», creyendo en la identidad de sus pensamientos.
La noticia positiva es que poseemos la llave para desbloquear la cárcel… y comenzar a vivir en libertad…


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