Los oídos, al ser el órgano encargado de la audición, asisten a los seres humanos en su interacción con el entorno exterior mediante la capacidad de escuchar. Los oídos simbolizan nuestra habilidad para escuchar adecuadamente con el fin de tener una mejor comprensión de lo que está sucediendo en el mundo exterior. El centro del equilibrio también está localizado en el oído, y es responsable de enviar información sobre la posición de la cabeza y del cuerpo, así como sobre sus movimientos en los distintos planos del espacio.
Cualquier dificultad para escuchar correctamente indica que la persona está juzgando demasiado a lo que escucha y experimenta una gran cantidad de enojo interno. Está tratando de cubrir sus oídos para bloquear el sonido.
Si hay dolor en el oído que no afecta la capacidad de escuchar, el cuerpo está comunicando a la persona que lo experimenta que se siente culpable, y que desea castigarse por lo que quiere, o no quiere, escuchar.
RE-SENTIMIENTO
“No quiero perder el pedazo (auditivo)”
Oído izquierdo: «Escucho lo que no quiero«.
Oído derecho: «No escucho lo que quiero«.
OÍDO EXTERNO
Conflicto de separación. “Estoy separado del sonido”.
Oído izquierdo: “Escucho algo que no deseo oír”
Oído derecho: “No escucho algo que desearía oír”.
OÍDO INTERNO
Conflicto de separación. “Estoy separado o no quiero separarme de las palabras de…”
“Me siento agredido” (sordera). “Lo que me dicen o escucho, violenta lo que siento o pienso”. “Quiero separarme de estas palabras insultantes que me molestan”.
Oído izquierdo: “Escucho algo que no quiero oír”. (Acción contrariada)
Oído derecho: “No escucho algo que quisiera oír”. (Deseo contrariado)
OÍDO MEDIO
Desvalorización en la audición por algo que oigo. “No pude captar la información por el oído”.