El significado biológico de las alergias es proteger de los «invasores». Siempre se produce un gran conflicto de tensión cuando un shock biológico o psicológico supera el límite superior de tolerancia. El cuerpo registra el entorno y lo etiqueta como «malo». Cuando se encuentra nuevamente en la misma situación, reacciona contra el «invasor» previamente identificado como «malo».
Hay que ver también el simbolismo del alérgeno. Rara vez es transgeneracional.
EL 90% DE LAS ALERGIAS SON COYUNTURALES: Hay un punto de conflicto donde se crea una sensibilización (conflicto de programación) que luego se desencadena.
El 10% SON ESTRUCTURALES: Están presentes “desde siempre”. Se trabajan con el Proyecto Sentido o Transgeneracional.
Las alergias son una respuesta sobreactivada del sistema inmunológico ante un antígeno extraño. El alérgeno no provoca ninguna reacción en la mayoría de las personas pero, en el caso de la alergia, el sistema inmunológico lo identificó como peligroso.
Esta reacción, que es resultado de una causa interna, es muchas veces la forma que tiene el cuerpo de decirme que estoy viviendo un estado de agresión y hostilidad en relación a una persona o situación, en función de la interpretación vivida en el momento del conflicto programante.
¿A qué soy alérgico? ¿Qué me estresa tanto? ¿Qué es lo que realmente hace que mi cuerpo se moleste y tenga una fuerte respuesta emocional?
Todas estas son reacciones del sistema emocional, la liberación de emociones reprimidas por una reacción de mi cuerpo.
Éste reacciona ante algo, una especie de símbolo mental, porque intenta negarlo (eliminar de mi memoria o sensibilidad consciente) o ignorar lo que me molesta. Entonces rechazo una parte de mí que me agrede. Es el medio que utilizo para expresar mis sentimientos, para alejar el dolor.
Nada ha podido detener esta respuesta de rechazo, que no es racional porque es parte del instinto y del inconsciente. Me sentí amenazado por un miedo inconsciente me niego a reconocer.
Por lo tanto, la alergia tiende a indicar un nivel profundo de intolerancia, tal vez un miedo a participar plenamente en la vida, a querer liberarme de todas las muletas emocionales que me sostienen. Quizás tengo dificultad para distinguir, elegir, encontrar un lugar.
Una característica de las personas alérgicas es muchas veces la sensación de no estar del todo bien. Quiero atraer y ganarme la atención, la simpatía y el apoyo de los demás. ¿Estoy usando alergias para conseguir el amor? Eso es posible.
En cualquier caso, una cosa es segura: soy alérgico porque rechazo una parte de mí y mi lucha inconsciente es enorme. Esa fue mi resistencia, mi manera de decir no.
Las personas pueden ser alérgicas a las cosas; comida, objetos, formas, olores. Todo aquello que, directa o indirectamente, apele a los cinco sentidos (especialmente el olfato, que es el más potente desde el punto de vista de la memoria).
Mi mente registra para mí innumerables sentimientos buenos o malos. Es muy posible que sea alérgico a algo porque mi mente lo ha asociado con algún recuerdo bueno o malo y mis instintos lo rechazarán en ese mismo momento.
Las alergias suelen aparecer después de un evento que me hace sentir separado de un objeto, un animal, una persona. Cuando revivo una situación que me recuerda este evento traumático y desgarrador, tengo una reacción alérgica porque, en algún lugar, mi cuerpo (mis sentidos) recuerda ese evento y todo queda registrado en mis células.
Si la situación va acompañada de un malestar extremo, los senos nasales se verán afectados (resfriado, estornudos). Si prevalece el miedo, mis alergias se expresarán más a través de la tos (dificultad para respirar) y si el conflicto se relaciona con la separación, las reacciones alérgicas se manifestarán más agudamente en afecciones de la piel (eccema, urticaria, dermatitis, etc.)
La alergia a un alimento (por ejemplo, azúcar, alcohol) está asociada con una experiencia traumática en la cual ese alimento estuvo presente, y por lo tanto soy alérgico al mismo. A menudo es miedo a la novedad y a la aventura, una falta de confianza en la vida. Ahora me siento obligado a privarme de esta alegría, pensando que la vida es algo común y corriente, sin desafíos.
¿Qué quiero evitar enfrentar?
¿Qué me hace reaccionar tanto? ¿Qué es tan aterrador por dentro?
¿Hay algo que me haga desconfiar lo suficiente como para ocultarlo?
PROCESO PARA SANAR LA ALERGIA:
- Primero tomar consciencia de cuándo fue la primera vez. Vivirlo en el tiempo y el espacio.
- Determinar cuál es la reacción alérgica y qué zona u órgano afecta.
- Observar cuál es el alérgeno.
- Buscar la vez precedente traumático, el conflicto programante, en la que estábamos frente al alérgeno.
- Encontrar el “ancla”, o sea la emoción reprimida asociada al evento.
- Buscar el o los recursos para hacer la transformación emocional y la sanación del evento.