La insatisfacción

insatisfacción

La insatisfacción es un sentimiento que tiene dos caras, una es positiva y la otra es de oscuridad.

En el lado positivo, nos hace mejorar, porque revela una necesidad que no estamos satisfaciendo o un sueño que no encontramos cómo hacer realidad. La insatisfacción se convierte entonces en semilla de grandes cambios personales, de aventuras, de descubrimientos positivos para toda la humanidad.

El problema surge cuando la insatisfacción, en lugar de ser inspiradora, se vuelve permanente e insaciable: conseguimos una cosa y luego queremos otra, luego otra, nunca es suficiente. Cuando esta insatisfacción voraz se apodera de la vida, la paz y la felicidad están siempre un paso más lejos  (en “cuando logre esto o aquello…”), y nunca en el presente.

Muchos de nosotros vivimos en la esclavitud de querer siempre más. De todo más: salud, dinero, belleza, títulos, clientes, seguidores, prestigio social, poder, logros. Por otro lado, muchos de nosotros todavía tenemos la ilusión de que al lograr algo, nuestra vida quedará resuelta para siempre. Decimos “cuando encuentre un trabajo estable seré feliz” o “cuando mis hijos terminen la escuela, se casen y tengan una familia entonces podré descansar” o “cuando por fin tenga éxito en mi carrera”… me sentiré satisfecho. Y la verdad es que las cosas no resultan así. Finalmente, cuando estos deseos son satisfechos, al poco tiempo descubrimos que seguimos sintiéndonos insatisfechos y para escapar de esto nos fijamos nuevas metas para el futuro y pensamos “seguro que esta vez sí, ahí es cuando me sentiré feliz y me sentiré orgulloso de mí mismo »

Ningún evento o logro externo, por brillante que sea, puede ocultar nuestras heridas personales. Los logros externos suman cuando el vacío interior está colmado. Si el vacío persiste, se tragará todo tipo de logros, acontecimientos positivos e ilusiones como si de un agujero negro se tratase, y por tanto siempre necesitaremos más y más..

¿Te imaginas cómo sería tu vida, y cómo afrontarías las cosas, si aprendieras a desear y trabajar por tus objetivos desde el deseo de añadir y con ilusión? No estar tan apegado al resultado, no tener miedo al fracaso, no sentirte terrible cuando fracasas, no desear constantemente algo mejor, no ser impaciente, sin sentir que te falta algo todo el tiempo…


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