La meditación mientras caminamos es una excelente práctica que nos ayuda a permanecer en el momento presente. Cada acción que realizamos de manera consciente nos permite conectarnos con las maravillas de la vida que se encuentran presentes en este momento, disponibles en el aquí y ahora.
Podemos sincronizar nuestra respiración con nuestros pasos mientras caminamos tranquilamente, sin importar nuestra ubicación.
Cuando inhalamos, es posible dar un paso adelante y reflexionar: » He llegado; estoy en mi hogar«.
«He llegado» quiere decir: ya me encuentro en el lugar que deseo estar, con mi propia vida, y no tengo la necesidad de apresurarme para llegar a ningún otro lugar, ya no tengo que buscar nada. «Estoy en mi hogar» significa: Haber retornado a mi auténtico hogar, que es la existencia, aquí, en el momento actual.
Solo el presente es real; el pasado y el futuro son solo ilusiones que nos llevan hacia la tristeza, el dolor, la ansiedad, el miedo. Si en cada paso que das regresas al momento actual, esos fantasmas ya no tienen influencia sobre ti.
Cuando exhales, puedes dar tres pasos y seguir repitiéndote a ti mismo: «Estoy aquí; ya estoy en casa«. Has llegado a tu hogar real y las maravillas de la existencia están disponibles para ti; no tienes que deambular buscando algo más. Paras de correr.
En la práctica del zen, esto es conocido como «detenerse«. Al detenerte, también se detienen tus padres, tus abuelos y todos tus antepasados.
Cuando tienes la capacidad de dar un paso como individuo libre, todos tus antepasados, que se encuentran en cada célula de tu cuerpo, también avanzan en libertad.
Si decides detenerte de correr y moverte con libertad, estás mostrando un amor, lealtad y compromiso muy específicos y profundos hacia tus padres y tus antepasados.
He llegado, estoy en mi hogar.
Aquí y ahora, en este momento.
Soy fuerte, soy libre.
Me refugio en mí mismo.
Este poema de reflexión te ayudará a vivir el momento presente con firmeza. Enfócate en estas palabras y podrás establecer tu presencia de manera sólida en el momento actual; al igual que al subir escaleras sosteniéndote de la barandilla, nunca te caerás.