Cierra los ojos. Ahora irás a un lugar ideal para relajarte, una playa exclusiva para ti.
Para ello contarás de cinco a uno. A medida que avance la cuenta atrás, entrarás en un estado de relajación más profunda y saludable. Cinco. Cuatro… Más profundo. Tres. Dos… Cada vez más profundo. Uno… Ahora estás en tu lugar de vacaciones ideal.
Imagina que estás en una playa de suave arena blanca. El mar tiene un color azul intenso. El sol lo llena todo de luz y calienta tu piel con sus rayos dorados. Siéntate en la arena para escuchar el sonido de las olas yendo y viniendo… Este sonido te relaja y te llena de paz. Inhala lentamente por la nariz: ¡huele a mar! Siente cómo tus pulmones se llenan con este olor. Exhala lentamente por la nariz. Observa las ondas que van y vienen, se mueven al mismo ritmo que tus pulmones cuando respiras.
Inspira… y exhala… Una ola se acerca y comienza a subir. Observa las olas chocar con la arena mientras exhalas lentamente por la nariz.
Ves otra ola acercándose a lo lejos. Inhala por la nariz y respira con la ola. Ella va creciendo como tus pulmones, poco a poco. Exhala por la nariz y escucha el sonido que hace… Es como el sonido de una ola rompiendo en la arena de la playa.
Siente un agradable calor en tu piel. Hay gaviotas jugando alegremente mientras vuelan en el cielo azul. Después de respirar con las olas te sientes bien. Notas que tu cuerpo está más ligero y con más energía.
Esta playa es tuya y puedes volver cuando quieras. Si estás nervioso, enojado o triste, puedes venir aquí y dejar que las olas te ayuden a relajarte y sentirte mejor. Con una gran sonrisa en tu rostro, dile adiós a las olas, al sol, a la arena, a las gaviotas y a todo tu mar tan especial. Poco a poco… adiós a esta hermosa playa y al mar… recuerda los momentos vividos y tu regalo…
Respira profundamente 3 veces. Cuenta hasta cinco (1-2-3-4-5). Mueve tu cuerpo poco a poco… abre los ojos lentamente. Estira los brazos y bosteza varias veces.