Testimonio de Claudia Mejía
Coach en Neurociencia y Mindfulness
Quiero agradecer profundamente el haber tenido la hermosa oportunidad de estar en este diplomado que para mí definitivamente tiene un valor y un conocimiento que realmente trasciende mucho más que a nivel cognitivo. Creo tanto en la información que llegó a mis manos a través de ustedes y sé con certeza que todo lo que visualizo, me llega en el momento en el que estoy lista para recibirlo.
Entrego hasta hoy el módulo porque me he sumergido en cada uno de los anexos, he practicado el método con
varias personas, he leído una y otra vez la información para llevarla a un estado de conocimiento que va más
allá del tema cognitivo y racional (al menos no para mi) pues he querido no sólo conocer, sino realmente
sentir aquello que con palabras he leído y escuchado.
Me fascinaron los videos, los sigo usando y viendo.
He trabajado en mí, una y otra vez y solo a través de un trabajo personal puedo decirles que, al día de hoy, mi hijo menor se le está retirando el medicamento que era un antipsicótico con el que hoy se descarta el diagnostico anterior y se abre uno totalmente distinto, mucho más liviano y sin necesidad de medicamento.
Cuando comenzamos, el diagnostico fue que debería tomar medicamentos para toda la vida o hasta que llegara a la adolescencia, primero le dimos ácido valproico y no funcionó, luego tomó una dosis fuerte de risperidona que es un antipsicótico y su cambio fue evidente, sin embargo, el medicamento comenzó a trabajar en efectos secundarios como su visión, así que decidí retirar el medicamento orientada por un neurólogo infantil y un psiquiatra. Yo al principio pasé por fuego, estaba totalmente desestabilizada, iracunda, manejando frustraciones, no tenía un trabajo, luego tuve uno y no era lo que quería, hasta que este año solté, solté ira, solté anhelos que sólo estuvieron en mi mente, perdoné y quizá fui perdonada, pero a mí misma si me perdoné y lo sigo haciendo. Hoy entiendo porque el diagnostico tan severo de mi hijo pequeño y hoy sé porque cambió. Adiós al diagnóstico inicial con el que iniciamos este duro recorrido hace ya un año aproximadamente.
Me pareció un milagro mi economía, he salido de la nada y he aprendido que aún en la escasez, si hay amor, no falta la comida ni un lugar donde dormir y hablo del amor propio y de la transformación. Llevo una frase en mi mente que me dijeron en uno de los webinar.... amar mi cuerpo hoy, así que, con las libras de más, sintiéndome gorda o delgada, amar mi cuerpo es también amarme y ser misericordiosa conmigo hoy, en el presente, no en el futuro. Observar mi diálogo interior es trascendental. Creo que me veo más delgada, aunque pese lo mismo y hoy, aunque estoy cansada por el desvelo, me siento liviana y capaz de conquistar el mundo jajajajajaja sé que esto cambiará, vivir en el estado de alegría permanente es una ilusión, es bello aceptar cada situación como venga y dejarla pasar, sin apegos ni sufrimientos.
El esfuerzo ha sido grande, la recompensa también y el reconocer que yo he atravesado por niveles intensos de inconsciencia para llevarlos a la consciencia, me han hecho sentir que he dado saltos cuánticos y estoy segura de que mi frecuencia emocional ha cambiado.
Lo cierto es que este conocimiento me dio luz, que estoy en paz y solté muchos espacios sin temor
a el
futuro.
El conocimiento del árbol genealógico ha sido hermoso para mí y sé que algún día seré una master en este
tema.
Aun debo recorrer nuevos caminos y sigo haciendo el trabajo conmigo misma.
Gracias por apoyarme y esperarme. Wow que belleza ir avanzando en la vida.
En lo personal quiero comentarles que esta información me pareció aún más valiosa que el posgrado en neurociencia y que otra certificación que hice anteriormente.
Uno lo pagué el otro me lo regalaron y el de ustedes me pareció profesional excelente y transformador.
Un fuerte abrazo, sigamos en contacto, tengo historias increíbles (al menos para mí) de las personas que he trabajado con este método.
Claudia Mejía
Coach en Neurociencia y Aprendizaje. Maestra de Mindfulness
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