El autismo o trastornos del espectro autista (TEA) involucra un comportamiento que aísla y aparta al individuo de la realidad, en un esfuerzo por retirarse hacia sí mismo y su mundo interior.
SENTIDO BIOLÓGICO:
Fuga y sobre control del entorno y el mundo, como resultado de una gran sensibilidad. La respuesta consiste en evitar enfrentarse a los peligros que el mundo presenta y enfocarse en controlar y manejar nuestro propio territorio (tanto físico, intelectual, creativo como relacional).
CONFLICTOS A BIODESCODIFICAR
Conflictos de miedo o susto, más un conflicto de rabia en el territorio. Frecuentemente ocurre como consecuencia de uniones incestuosas en el árbol genealógico.
La magnitud de su manifestación emocional y mental está determinada por la magnitud de los conflictos que están involucrados.
“No tengo el permiso para cometer errores (sería fatal)”.
«Los estándares que debo cumplir son tan exigentes que resulta más sencillo mantenerme en silencio en lugar de tener que justificar mis acciones ante otras personas (padres, profesores, autoridades)».
«Escapo de una situación extremadamente dolorosa en mi entorno.»
«No estoy dispuesto a enfrentar la realidad física del mundo exterior porque siento que mi sensibilidad está siendo maltratada».
La persona autista tiene que manejar problemas heredados de sus ancestros, generalmente relacionados con secretos muy significativos que observará repetirse con mucha frecuencia.
Finalizar la etapa autista, escapar de la etiquetada «enfermedad«, está completamente en manos de la persona que la experimenta, de nadie más. Y su salida nunca será hacia el plano de aturdimiento en que vive la mayoría de la gente, es por eso que casi nunca encuentran el camino de salida.
Siendo una persona autista, el hecho de que me haya «encerrado» deliberadamente en mi «burbuja» hermética implica que recibo miles de informaciones al día las cuales están «almacenadas» y «guardadas» en mi mundo interior en lugar de intercambiarlas con otras personas. Estoy dentro de un agujero negro, en una carretera que me parece sin salida.
Las personas autistas también son excelentes maestros para aquellos que los rodean, ya que muestran un camino hacia la verdad que en muchos casos se ha perdido y del cual ni siquiera se es consciente.