Cada persona cuenta con estrategias para manejar sus emociones. Estas estrategias buscan salvaguardarnos del sufrimiento. Cuando tratamos de escapar de nuestras emociones, las negamos y las escondemos, solo para reflejarlas más tarde en el mundo como nuestra sombra. Los métodos más comunes que empleamos para escapar de nuestras emociones son:
REPRESIÓN
La represión de los sentimientos ocurre, en la mayoría de los casos, de manera inconsciente, debido a los programas que hemos internalizado. Negación y proyección son el resultado de la represión. Este proceso mental es el más común: atribuimos a los demás las causas de nuestro malestar. La represión de las emociones puede causar cambios en el carácter, problemas para dormir, problemas digestivos, enfermedades, etc.
EXPRESIÓN
La expresión implica liberar las emociones de cualquier manera. “Vomitar” los sentimientos, pensando que al hacerlo nos deshacemos de ellos. De esa manera, lo único que se hace es disminuir la presión, pero los sentimientos se recargan repetidamente, una y otra vez. En una expresión efectiva y ecológica, es importante sacar a la luz los sentimientos para que puedan ser comprendidos y trascendidos, desde una nueva forma de ver las cosas, que nos dará la oportunidad de remplazarlos por otros de una frecuencia más elevada. Esto conducirá a una mente más tranquila y saludable.
ESCAPE
El escapismo implica inundar nuestra existencia con actividades, empleo, sonido, celebraciones, y distracciones. Es un escape para evitar escucharnos a nosotros mismos y continuar en este estado de falta de conciencia, de «distanciamiento», manteniendo nuestras mentes ocupadas. De esta manera nos separamos y continuamos rechazando nuestras emociones reales, lo que podría conducirnos a comportamientos adictivos.
Dejar ir el pasado es vivir en el presente sin juicio, lo que a su vez permite que el futuro se libere al no cargar con el juicio del pasado.
Aquí tienes el tan anhelado libre albedrío: es la posibilidad de tomar decisiones de nuevo. En todo momento puedes decidir de qué manera quieres experimentar cada situación, ya sea eligiendo lamentarte o decidiéndote por liberar las emociones que afectan tu cuerpo.