Biodescodificación de los problemas de la piel

La piel, cubierta exterior del cuerpo, está formada por una capa profunda (dermis) y una capa superficial (epidermis). Protege el cuerpo y está en constante contacto con el mundo exterior.

La piel cubre todo mi cuerpo y delinea lo que está “adentro” y lo que está “afuera”, o sea, mi individualidad.

Debido a su superficie, mi piel es el órgano más importante de mi cuerpo. Es una capa protectora que delimita con precisión mi espacio vital y permite translucir fiel e inconscientemente mi estado interior.

Si soy una persona gentil, mi piel también será gentil. Si mi sensibilidad es muy alta, mi piel también lo será. Por el contrario, si soy duro conmigo mismo o con los demás, mi piel también será muy dura y gruesa. Si mi piel está irritada, algo o alguien en mi vida me está molestando.

Una gran inseguridad hace que mi piel sea húmeda. Una piel sudorosa libera las emociones que estaba reprimiendo y necesitaba liberar. Por tanto, la calidad de mi relación con el mundo exterior se reflejará en el estado de mi piel. En general, la piel está relacionada con la autoevaluación ante el mundo exterior. Por ser la cubierta del cuerpo, simboliza la imagen que la persona tiene de sí misma. Una persona que quiera saber qué tipo de imagen tiene de sí misma sólo necesita describir su piel.

Cualquier problema de la piel está relacionado con la vergüenza que siente la persona afectada. Presta demasiada atención a lo que los demás puedan pensar de ella, así como a sus juicios. No se permite ser ella misma y es fácilmente rechazada. A menudo se siente herida por su integridad. También es una persona muy sensible a lo que sucede afuera, se deja tocar con demasiada facilidad (en sentido figurado) y es una persona a la que le cuesta amarse tal como realmente es.

Cuando el problema en la piel se acompaña de pus, significa que no soportas a alguien o algo, hasta el punto de que te ocasionas este problema para alejarte.

Los problemas graves de la piel son un gran recurso para mantener alejados a los demás. La piel nos permite establecer contacto con los demás, pero también puede ser un medio para aislarnos. Una persona puede estar tan avergonzada de quién es o de lo que puede hacer que se niega a acercarse a los demás y utiliza sus problemas como excusa. Se volvió intocable. Quisiera mudar de piel, es decir, cambiar por completo.

Cuando una persona intenta sin éxito llegar a alguien y por lo tanto guarda mucho resentimiento y enojo, puede producir cáncer de piel.

Si el problema sólo afecta la parte superficial de la piel (por ejemplo, vitiligo), entonces la persona afectada vive con dificultad una separación, aislamiento, pérdida de contacto o pérdida de comunicación. Esto se siente como un rechazo o una ruptura permanente. Es el tipo de persona que siempre quiere salvar a los demás, especialmente al sexo opuesto.

La parte del cuerpo afectada representa la zona donde la persona vive el problema con mayor intensidad (por ejemplo, si es en la cara, significa miedo a perder prestigio).

La piel es un órgano muy visible para uno mismo y para los demás, por lo que cuanto más obvio sea el problema y más incómodo se sienta, más se verá claramente que la forma de pensar y creencias sobre ti mismo te están molestando y es imperativo que lo reconozcas.

El mensaje importante que recibes es que te reconozcas el derecho a ser un ser humano, con tus debilidades, limitaciones y miedos, sin creer que por eso ya no eres valioso. Tienes derecho a tomar decisiones para mantenerte a salvo, sin incriminarte, incluso si no les sienta bien a tus seres queridos. Tu valor proviene de la calidad de tu corazón, de la persona especial que hay en lo más profundo de ti mismo, no de lo que sucede en el mundo material.

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